martes, 24 de septiembre de 2013

JAMAICA. ISLAS TURKS Y CAICOS



JAMAICA           Mar Caribe


Capital: Kingston
Forma de gobierno: Dominio
Fecha de independencia (del Reino Unido): 6 de agosto de 1962
Superficie: 10.991 Km2 (166º)
Población: 2.909.714 (139º)     Densidad: 265 hab/Km2
PIB/cápita: 9.300 $ (124º)
Miembro de: Commonwealth, OEA

Es una isla perteneciente a las Grandes Antillas, con 240 Km de largo y un máximo de 40 de ancho. Se halla a 150 Km al Sur de Cuba y a 630 del istmo centroamericano. Es el tercer país de habla inglesa más poblado de América, tras EE.UU. y Canadá.

De cultura mezclada y fuerte sentido de su identidad, es conocida internacionalmente por su música, sobre todo los reggae, habiéndose convertido Bob Marley en su principal representante en este campo.

Los aspectos geográficos se pueden resumir fácilmente. Está compuesta fundamentalmente  por terreno montañoso, rodeado por una pequeña franja costera en la que se suelen establecer las ciudades.  El clima es tropical marítimo, cálido y húmedo. El estado incluye por lo demás varios grupos menores de islas, cayos y arrecifes.

Los primeros pobladores fueron arahuacos y taínos, que se mantuvieron en la isla hasta la llegada de los británicos.

Fue descubierta por Colón en 1494, recibiendo el nombre de Santiago. Careciendo de oro, la población colonizadora fue limitada, y la isla quedó al margen de las principales rutas de navegación del Caribe, viéndose constantemente perturbada por ataques de piratas y corsarios.

Los ingleses tomaron finalmente la isla, muy mal provista de defensas, en 1655. Entre sus gobernadores se contaron personajes tan conocidos como el pirata Henry Morgan.

Jamaica se convirtió en exportadora de grandes cantidades de azúcar gracias a la importación masiva de esclavos negros; a principios del siglo XIX la población afroamericana era 20 veces mayor que la blanca. 

La huida de esclavos o ex- esclavos a las montañas dio lugar a una guerra de guerrillas que duró 76 años, y que revivió en 1795 ante el ejemplo de lo sucedido en Haití. La abolición de la esclavitud en 1834 liberó a 250.000 esclavos, originando una clase social de pequeños granjeros.

Se emitieron sellos específicos para Jamaica a partir de 1860; hasta esa fecha se empleaban los británicos.

A partir de 1953 se concedió una autonomía local. Fracasado el proyecto de Federación de las Indias Occidentales, se llegó a la independencia en 1962.

Jamaica es un Dominio, lo que significa que tanto la jefatura del estado como la del poder ejecutivo corresponden al monarca británico, representado por un gobernador. Por lo demás, las instituciones se inspiran en las inglesas.

Hoy en día, los rasgos positivos, como su belleza, estabilidad de las instituciones, éxito turístico y abundantes recursos en caña de azúcar y bauxita, contrastan con la amplia extensión del crimen y de la pobreza.

Desde la independencia, se han alternado en el gobierno un partido socialdemócrata y otro conservador. Aunque las elecciones se han visto a menudo alteradas por la violencia, sus resultados han acabado siempre siendo aceptados, salvaguardando las instituciones su legitimidad.

Pero lo anterior no ha repercutido en una armonía social y económica, dándose fuertes contrastes entre los resorts de lujo y los ghettos empobrecidos y densamente poblados. El gobierno ha tenido que desplegar a veces unidades militares para reprimir el descontento social en zonas urbanas. 

Hubo más de 1.300 asesinatos denunciados en sólo 2006, y se han producido acusaciones de ejecuciones extrajudiciales por fuerzas del orden. La policía ha solicitado ayuda exterior para combatir lo que representa una de las más altas tasas de asesinatos del mundo, relacionados con bandas a menudo rivales y vinculadas con redes criminales envueltas en el tráfico internacional de droga y en el blanqueo de dinero.

Sin embargo, muchas zonas rurales y las áreas de vacaciones continúan siendo relativamente seguras, y contribuyen sustancialmente a la economía.

Tras un crecimiento económico importante en los primeros diez años de independencia, bajo gobiernos conservadores, promovido por inversiones en bauxita, turismo, manufacturas y, en menor medida, agricultura, en 1972 un cambio en el gobierno hizo decaer la situación hasta el extremo de la exigencia de medidas de austeridad por el FMI, mientras la coyuntura se enrarecía por el radicalismo del político Manley y su amistad con Fidel Castro.

La recuperación se inició a finales de los 80, pero con la tara de las relaciones de algunos políticos relevantes con las organizaciones criminales a que se ha aludido ya, creando una situación que perdura en la actualidad.

Los principales productos agrícolas son caña de azúcar, bananas, café y cítricos. La industria, aparte del turismo, se reduce al sector agroalimentario y a la transformación de la bauxita en aluminio. El 65% de la población activa trabaja en el sector de servicios.

La tasa de desempleo es el 14,3%, y la deuda, el 134,2% del PIB.

En cuanto a grupos étnicos, el 91,2% son negros; el 6,2%, mulatos; otros, el 2,6%.

El crecimiento de la población es 0,7%, lo que corresponde a una tasa de fertilidad de 2,09 hijos/mujer. La esperanza de vida es de 73,44 años.

La alfabetización corresponde al 87,9% de la población, un 52% de la cual es urbana.

En lo que se refiere a religión, 62,5% de protestantes; 2,1% de católicos; ninguna, 20,9%.

Entre las religiones minoritarias, llama especialmente la atención el movimiento rastafari, que considera al emperador etíope Haile Selassie la tercera reencarnación de Jehová, después de Melquisedec y de Jesús. Surgió a principios de los años 30, en barrios marginales o zonas rurales adyacentes a ellos.

Son conocidos por su peculiar peinado de trenzas ‘rasta’ y por el uso sacramental del cannabis. Están impregnados de un fuerte orgullo racial, y creen que las personas de raza negra son descendientes de los antiguos israelitas.

El Negus, en vida, nunca se dio por aludido ni hizo referencia a su presunta divinidad. Otros sí se dieron por aludidos, los británicos, que durante décadas persiguieron a los rastafaris por no jurar lealtad al rey de Inglaterra. Hoy el movimiento, aunque subsiste, ha perdido su fuerza revolucionaria de ‘poder negro’ y adquirido un carácter más folklórico.


  

ISLAS TURKS Y CAICOS        Océano Atlántico



Constituyen una colonia británica ubicada al N de la isla Española y al SE de las Bahamas. Como tal colonia, es uno de los 17 territorios bajo la supervisión del Comité de Descolonización de la ONU. Se trata de unas 40 islas, algunas totalmente despobladas, cuya superficie global es de 616 Km2.

Desde el punto de vista filatélico, señalaremos que se emitieron sellos con la denominación ‘TURKS ISLANDS’ de 1867 a 1895. De 1900 en adelante cambió a ‘TURKS AND CAICOS ISLANDS’.

Se trata de tierras calizas bajas (aparte de cayos arenosos) con abundantes humedales y manglares. El clima es soleado y seco, pero sufren frecuentes huracanes. Los recursos de agua dulce son limitados, lo que obliga a la captación y almacenamiento del agua de lluvia.

Las Caicos, al NO, son el grupo más numeroso, con el 96% de la superficie y el 82% de la población. Ésta, si contamos sólo los ciudadanos propiamente dichos, es de 19.350 habitantes, pero si incluimos los residentes permanentes, se eleva a 47.754.


Las Turks, al SE, albergan la capital, Cockburn Town. El nombre de Turks tiene su origen en una planta cactácea muy frecuente que recuerda por su forma al antiguo fez de los turcos, como se puede ver en uno de los sellos presentados.

El primer europeo que avistó las islas fue Ponce de León en 1512.

Sin población permanente durante muchos años, sirvieron como refugio de piratas. Después de la Revolución estadounidense, bastantes británicos leales a la Corona se establecieron allí, convirtiéndose a partir de 1783 en la primera población estable, con el cultivo de algodón como medio de vida. En 1799 ambos grupos insulares fueron anexionados por el Reino Unido.

Aparte de los esclavos importados, después de la prohibición de la trata diversos barcos dedicados al contrabando de negros fueron interceptados o encallaron en la zona, y su mercancía pasó también a engrosar la población.

Las islas fueron administradas desde Jamaica hasta la independencia de ésta en 1962; pasaron a serlo desde las Bahamas, también independientes en 1973. Es en esta fecha cuando recibieron un gobernador propio.

En diversas ocasiones, incluso recientes, Canadá, que envía a gran número de sus ciudadanos como turistas, ha hecho intentos de adquirir las islas o, al menos, de establecer algún especial vínculo con ellas, pero no se ha llegado a ninguna conclusión.

Problemas graves de corrupción dentro de la administración local, juntamente con la aparición de un sector independentista, llevaron al Reino Unido en 2009 a retirar la autonomía e implantar un gobierno directo, situación que duró hasta 2012.

Los únicos recursos naturales son langostas y moluscos. En cualquier caso, las islas disfrutan de una economía más dinámica de lo que podría pensarse, pues los habitantes, aparte de pescar y exportar mariscos, se han zambullido en el mundo de las finanzas off– shore, pasando a formar parte del cinturón de nidos de reptiles que, bajo pabellón británico, se dedican a lo que todos sabemos.  Turks y Caicos permanece en la llamada ‘lista gris’ de la OCDE, que engloba a los países y territorios que se han comprometido a cumplir con sus deberes internacionales sobre información financiera, pero aún se sigue esperando que lo hagan.

También aporta recursos el turismo, en su mayor parte de estadounidenses y canadienses.

La distribución étnica es: negros, 87,6%; mulatos, 2,5%; blancos, 7,9%; otros, 2%. 

En cuanto a religión, protestantes, 72,8%; católicos, 11,4%; otros, 15,8%.

El crecimiento para 2013 se estima en un 2,87%, pese a la baja tasa de natalidad de 1,7 hijos/mujer, pero hay bastante inmigración de Haití y República Dominicana, compensada en parte por emigración a las Bahamas.

La esperanza de vida es de 79,4 años, y la tasa de alfabetización, 98%.

Caicos Islands. Hace algunos años circularon sellos con esta denominación en sobrecarga, presumiblemente falsos. No lo parecen, dicho sea con las debidas reservas, las hojas– bloque recientes como la que se muestra.